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Juror #2: La verdad y un mundo de sombras

  • Foto del escritor: nebulawblog
    nebulawblog
  • 10 ene
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 13 ene


Póster de Juror #2 de Clint Eastwood. 2024.
Póster de Juror #2 de Clint Eastwood. 2024.

Emociona pensar que una leyenda de 94 años como Clint Eastwood elija crear héroes en un mundo tan perverso y cegado, y en una industria que no escapa de esta oscuridad. Usando la actualidad como un pantano injusto, nebuloso, cruel e individualista, Clint busca explorar la condición humana en su complejidad: contradicciones, justicia, conveniencia, ética y moralidad.


De entrada, el filme nos sitúa en un terreno donde el pantano injusto ya ha tomado decisiones. La película “buscará” la verdad, aunque esta siempre estuvo presente. No es casualidad que la sociedad moderna, al juzgar, castigar o clasificar, lo haga con prisa, corriendo contra el tiempo, buscando una justicia propia que no indaga en profundidad, que no personaliza, sino que analiza fríamente y con cinismo.


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En este relato, el ser humano se convierte en un reflejo de ese tribunal donde cada personaje representa una faceta de la condición humana. Todos conviven en constante discusión y conflicto, luchando por una dominancia que, en el mejor de los casos, resulta temporal. Con el protagonista como eje, la película no busca imponer juicios, sino entender lo que la sociedad moderna evita: una mirada profunda hacia lo que somos.

En este camino, no hay buenos ni malos. Ya sabemos, a través de un flashback, que el protagonista ha sido declarado culpable. Pero el filme nos lleva a descubrir el accionar y las motivaciones de cada personaje, mostrándonos cómo, desde sus perspectivas, cada postura cobra sentido.


La verdad, entonces, simplemente ES. Por más que se intente ocultar, maquillar o evadir, su impacto es inevitable. Esto queda claro en los distintos personajes:

• El abogado, visto desde el inicio como un perdedor, entiende la verdad como otra derrota más.

• La fiscal, atrapada en lo superficial y político, enfrenta las consecuencias de no haber indagado profundamente.

• El protagonista, aunque trate de olvidar o vender su camioneta como si pudiera dejar atrás su pasado, termina cara a cara con una verdad que no puede ignorar.


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La justicia, es entonces, un elemento humano, imperfecto y limitado, para acercarse a una verdad que, según el filme, solo pertenece a Dios. La frase “In God We Trust” en el lema de la justicia no escapa al pantano de la modernidad. Esto se muestra explícitamente en escenas como las oraciones mecánicas de Alcohólicos Anónimos o el acercamiento superficial y protocolar de un pastor. Este mismo pastor, en un giro irónico, busca ocultar la verdad, sea cual sea su motivo.


Sin embargo, la película también señala que la fe verdadera, aunque oculta, persiste. Vemos un destello de esta fe cuando alguien lleva flores y reza en silencio frente a una tumba, frente a la verdad. Por otro lado, el personaje político pierde la fe al darse cuenta de que nunca logró alcanzar la verdad, ese concepto que solo conoce Dios.


En este análisis, Clint Eastwood nos recuerda que la verdad, aunque incómoda, es inevitable, y que la lucha por comprenderla, más allá de la justicia imperfecta, nos enfrenta a los dilemas más profundos de la condición humana.


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